6 razones para visitar las Islas San Blas en Panamá

6 razones para visitar las Islas San Blas en Panamá / Panamá

Si está buscando una escapada a un paraíso remoto, entonces visitar el archipiélago de San Blas en Panamá es el viaje perfecto para usted. Este santuario de la isla es el hogar de 365 islas prístinas con playas de arena blanca, donde cada isla pertenece a una familia tribal diferente de la tribu indígena Kuna, también conocida como Guna Yala. Aprenda cómo puede perderse en la vida en la isla, donde pasan días navegando o navegando de isla en isla y pescando pescado fresco en el océano.

  • Desenchufe y tenga una tecnología de desintoxicación

    Michaela Trimble

    Como ya habrás adivinado, las Islas de San Blas no ofrecen wifi. Si compras un chip en Panamá, entonces estarás conectado, pero para disfrutar de las islas al máximo, apaga tu teléfono y sintonízate con la naturaleza. Este es un destino perfecto para la desintoxicación tecnológica definitiva, ya que pasan días descansando en la playa y bebiendo cocos. Todavía puede tomar una vida de imágenes de playa hermosas, perfectas para compartir en las redes sociales una vez que regrese a la parte continental.

  • Descanse a la sombra de las palmeras

    Michaela Trimble

    Para mantenerse fiel a la tecnología de desintoxicación, el descanso es esencial. Y en las Islas San Blas, las siestas se toman mejor bajo la sombra de las palmeras. Las familias locales propietarias de las islas venden de todo, desde frutas hasta toallas de playa, que puedes comprar para un almuerzo campestre a la sombra. La temperatura promedio es de 90 grados durante todo el año, por lo que el protector solar y la sombra serán esenciales para un momento de relax en las islas.

  • Island Hop

    Michaela Trimble

    Con 365 islas en total, el salto a las islas es imprescindible durante una visita a las Islas de San Blas. Empresas como Cacique Cruiser se especializan en aventuras por el archipiélago. Puede optar por quedarse todo el tiempo que desee en las islas, ya que la mayoría de ellas tienen casitas familiares, que están abiertas para los viajeros que visitan la zona.

  • Aprende sobre la cultura local

    Michaela Trimble

    Los Guna Yala (también conocidos como indios Kuna) son los indígenas de las Islas San Blas. Originalmente ocupando la frontera de Panamá y Colombia (cuando Panamá era parte de Colombia), los indios Kuna comenzaron a establecerse en el Archipiélago de San Blas alrededor de 1800. No se permitió el ingreso de turistas a la región hasta la década de 1940, ya que los indios Kuna operaban un estado autónomo separado de Panamá. Los Kuna han conservado intactas muchas de sus tradiciones culturales, que aún hoy prosperan. Originalmente usaban poca ropa y decoraban sus cuerpos con diseños brillantes y coloridos, pero después de que los europeos llegaron, los Kuna comenzaron a hacer y usar molas intrincadamente tejidas, que todavía están presentes en la actualidad. Los viajeros ahora pueden visitar, y cada familia de la isla trabaja con operadores locales y entre sí para garantizar que los huéspedes tengan la mejor experiencia en una visita a las islas.

  • Tener una aventura

    Michaela Trimble

    No hay escasez de aventura en las Islas de San Blas. Las oportunidades de exploración incluyen navegar de isla en isla y pescar y bucear en las aguas cristalinas. También puede optar por navegar en kayak y remo en las aguas abiertas, e incluso puede llegar a otras islas si está listo para el viaje.

  • Disfrute en el viaje

    Michaela Trimble

     

    Llegar a las Islas de San Blas es un viaje en sí mismo. Es esencial contar con transporte 4x4, ya que las sinuosas carreteras que conducen al archipiélago están llenas de montañas y valles intensamente escarpados. Se tarda aproximadamente 2.5 horas desde la ciudad de Panamá para llegar al puerto, donde espera un taxi acuático, que dura alrededor de 30 minutos, dependiendo de su destino en la isla. Cuando sea el momento de terminar su viaje a través de las Islas San Blas, es probable que se vaya justo a tiempo para atrapar un atardecer etéreo a lo largo del camino de la jungla.